Los bloques que integran la Cámara de Senadores comenzaron a armar sus estrategias ante la posibilidad de que la semana que viene sea convocada formalmente una sesión especial para debatir el DNU de desregulación económica firmado por el presidente Javier Milei.
El interbloque de senadores del Frente de Todos (FdT) había elevado el miércoles una nota a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, con la firma de cinco legisladores, para que convocara a una sesión especial para el próximo jueves 1 de febrero desde las 14.
La presidenta del Senado tiene la prerrogativa de resolver qué fecha y a qué hora convocar, algo que aún no comunicó oficialmente.
Desde la oficina de la Vicepresidenta dejaron trascender que, antes de convocar a la sesión, realizará una ronda de consulta con los jefes de los bloques no kirchneristas, los mismos con los que, a pocos días de asumir en su mandato, obtuvo una mayoría de 39 votos que le permitió elegir a las autoridades de la Cámara, así como la distribución de los lugares en las comisiones.
El kirchnerismo amenaza con sentarse en el recinto cada semana para intentar rechazar el DNU, algo que no podría hacer sin el propio llamado a sesionar.
«Unión por la Patria (UxP) va a bajar todas las semanas hasta que consigamos quórum», dijo el viernes la senadora bonaerense Juliana Di Tullio, aunque reconoció que el kirchnerismo depende «de que bajen el resto de los senadores, radicales y bloques provinciales, que dicen públicamente y a las centrales sindicales que van a votar en contra».
Al respecto, fuentes de la oposición más cercana a La Libertad Avanza (LLA) dejaron trascender que «a 45 días del Gobierno, no hay una decisión de voltear el DNU», aunque los voceros supeditaron el humor a cómo termine en Diputados la votación de la ley de ‘Bases’ que aún está siendo negociada entre el oficialismo y demás bloques, a excepción del kirchnerismo.
Tanto desde el radicalismo como desde el PRO argumentaron que no creían que un incremento de la pirotecnia verbal en Diputados los llevara a otorgar el quórum para tratar el DNU, pero indicaron que «puede cambiar la agenda de tratamiento de los temas».
Tampoco la peronista disidente de Córdoba, Alejandra Vigo (esposa del exgobernador Juan Schiaretti), quiere ir detrás de la consigna del FdT: «La senadora no acuerda en nada con el kirchnerismo», respondieron sus voceros.
De una manera parecida, aunque menos tajante, se manifestaron desde las oficinas de Mónica Silva, la representante de Juntos Somos Río Negro, y agregaron que si el FdT consigue el quórum, entonces sí bajaría a participar de la sesión.
El kirchnerismo tiene actualmente 33 legisladores y necesita cuatro más para obtener el quórum; descartados radicales, PRO, la cordobesa Vigo, la rionegrina Silva y obviamente, La Libertad Avanza (LLA), sólo puede ir a buscar los votos en el bloque Cambio Federal, conformado por cuatro ex integrantes de Juntos por el Cambio (JxC); en los dos peronistas disidentes de Unidad Federal, Carlos Espínola y Edgardo Kueider; en los misioneros del Frente Renovador de la Concordia y en los santacruceños de Por Santa Cruz.
El interbloque de exmacristas no será de la partida porque los amalgama su antikirchnerismo. En el caso de los peronistas Kueider y Espínola, aunque están en contra del DNU, creen que primero debería expedirse la Corte Suprema de Justicia.
Por Santa Cruz es una coalición en la que participa el PRO y, de hecho, una de sus integrantes, Alejandra Gadano, integra ese partido.
El único bloque que aún no anticipó, ni siquiera de manera extra oficial, qué hará con el pedido de sesión es el que integran los dos legisladores misioneros. De todos modos, si se sumaran al requerimiento, el FdT quedaría a dos votos del quórum.
No obstante, según la ley que regula el tratamiento de los Decretos de Necesidad y Urgencia, hace falta el voto negativo de las dos Cámaras del Congreso para que ese instrumento de delegación legislativa en el Poder Ejecutivo sea derogado.